La incertidumbre en la previsión para el retiro en los trabajadores independientes.

La incertidumbre es la real condición que impele al hombre a desarrollar sus capacidades .

Erich Fromm

Esta semana se publicaron los resultados de la Primera Encuesta Nacional de Trabajadores Independientes, organizada por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para Retiro (Consar).

En ella se refleja lo que ya aplica en términos generales para los hábitos de ahorro de toda la población en México; y es que existe una baja orientación al ahorro, particularmente al relacionado con el ahorro para el retiro de largo plazo.

De acuerdo con los resultados de la encuesta, sólo 16% de los trabajadores independientes refirió estar ahorrando actualmente para su retiro, haciéndolo además mayoritariamente a través de cuentas convencionales de ahorro, en tanto 90% menciona que nunca ha realizado una estimación de cuánto debe ahorrar para su retiro.

El tema es preocupante si consideramos que, en el caso de los trabajadores independientes o aquellos que laboran dentro del sector informal, en un alto porcentaje carecen (o desconocen la existencia) de vehículos financieros formales especializados en el retiro.

A diferencia de los trabajadores de la economía formal o vinculados a una empresa, que cuentan a través de su afore con un ahorro base para un patrimonio de retiro futuro (aun cuando en la mayoría de las ocasiones es también insuficiente), la mayoría de los trabajadores independientes carece de un vehículo generalizado para ese efecto. Pese a que desde hace varios años se creó la posibilidad de que los trabajadores independientes pudiesen establecer una cuenta en las afores, la realidad es que los resultados de este esfuerzo son limitados.

El problema no es privativo de México; en EU el tema ha llevado a la creación como una iniciativa de la Casa Blanca del programa myRA (My Retirement Account) para acercar beneficios concretos a los trabajadores: simpleza, permitiendo deducciones directas; seguridad, invirtiendo en vehículos financieros de deuda gubernamental; y accesibilidad, al evitar comisiones y mínimos de contribución para facilitar e incentivar la participación en este
vehículo de previsión.

En México el tema tiene como agravante adicional el hecho indiscutible del deterioro en los últimos 30 años (y de manera relevante después de la crisis del 2008) en el nivel real de los ingresos de las personas. Desafortunadamente la discusión (sobrepolitizada y sobresimplificada) del tema, centrada indebidamente en el nivel del salario mínimo y no en los salarios reales del país, no ha incluido además el efecto de largo plazo en la previsión para el retiro que tiene la prevalencia de niveles de ingreso que imposibilitan el ahorro patrimonial de retiro para los trabajadores independientes.

Aunque hablar de trabajadores independientes agrupa por un lado a profesionistas independientes que realizan una actividad remunerada (médicos, artistas plásticos o arquitectos, por ejemplo), y por el otro a personas cuyo régimen de contratación o sector en el que se desempeñan es informal, ambos comparten la debilidad de ahorro patrimonial con fines de retiro.

Preocupa además el hecho de que la mayoría de los encuestados declara ahorrar a través de cuentas bancarias tradicionales, porque se trata de vehículos que no son adecuados para la construcción de patrimonio de largo plazo, presentando rendimientos muy inferiores a la inflación.

Es de extrema urgencia para nuestro país que se contemplen medios efectivos (o que se potencien los existentes) para que los trabajadores independientes venzan la incertidumbre y puedan crear gradualmente ahorros significativos que les permitan apoyar su retiro en la vejez. De no hacerlo, estaremos condenando a grandes grupos de la población a una vejez de incertidumbre y en muchos casos de miseria.

Quienes son hoy trabajadores independientes tienen el reto de sobreponerse a un entorno poco propicio, y con disciplina y esfuerzo empezar a crear el patrimonio que les dé en el futuro tranquilidad a ellos y sus familias.

El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual y director general de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo.
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@martinezsolares

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